Hoy en día, los videojuegos se han convertido en una herramienta de ocio frecuente, en especial entre los más pequeños de entre 7 y 13 años.
Existen numerosos títulos de videojuegos que tienen
beneficios para las personas más jóvenes como: fomentar su creatividad, ayudar en la toma de
decisiones, mejorar su capacidad de alerta, permitir socializar de una
forma diferente, estimular el desarrollo del cerebro, estimular
la memoria, estrategia y planificación y también
presentan un escenario en donde los más pequeños pueden jugar junto a sus
amigos o en familia.
Los videojuegos no suponen ningún riesgo para vuestros hijos/as
en sí mismos, éste depende de su contenido y del uso que hagan de ellos. Es
evidente que los videojuegos son divertidos y estimulantes para los niños/as,
pero resulta muy poco recomendable que esta actividad monopolice el tiempo
libre y de ocio vuestros hijos/as.
El tiempo libre es una oportunidad de aprendizaje vital que
potencia el adecuado desarrollo de los menores. Una buena gestión del tiempo
libre debe incluir actividades diversas como: deportes, actividades en la
naturaleza, actividades familiares, con amigos, eventos culturales, etc. Por
ello jugar a videojuegos es una buena
forma de invertir el tiempo libre, siempre y cuando no sea la única.
A continuación se detallan unas orientaciones para educar a
vuestros hijos e hijas en un uso razonable y responsable de los videojuegos:
1.
Respeta las edades
recomendadas para cada videojuego siguiendo las normas PEGI. En Europa se ha
creado un código de regulación de videojuegos, el PEGI, cuyo objetivo es
proporcionar información sobre los contenidos y las edades recomendadas de
éstos. Este código nos ofrece dos tipos de información: edad recomendada y
contenidos del juego. Puedes encontrar más información en https://pegi.info/es.
3.
Muestra interés por los
videojuegos de tus hijos/as y juega con ellos. Esfuérzate por compartir el mundo de
los videojuegos, esto te ayudará a valorar sus aspectos positivos y negativos,
a mantener criterios adecuados a la hora de comprarlos y a mejorar la
comunicación en el entorno familiar.
4.
Sitúa la videoconsola
en un lugar común de la casa. Evita que jueguen en el dormitorio de manera
que puedan encerrarse jugando y permanecer mucho tiempo aislados del resto de
la familia.
5.
Enséñales a controlar
el tiempo que dedican a esta actividad. Antes de utilizarlos debéis acordar cuánto
tiempo van a jugar y podéis usar algún sistema de aviso para parar. Es muy
importante que las actividades de tiempo libre se realicen después de sus
responsabilidades y obligaciones.
6.
Supervisa que no
dediquen todo su tiempo libre en jugar con los videojuegos. Anímales a que
realicen otras actividades que les diviertan y compartan su tiempo de ocio con
amigos y diversifiquen así sus actividades.
7.
No es recomendable
utilizar las videoconsolas como recompensa o castigo, ya que les otorga más
valor del que tienen.
8.
Enséñales buenos
hábitos a la hora de jugar para evitar problemas físicos. De esta manera se
pueden evitar problemas físicos como dolores de espalda por adoptar malas
posturas, problemas de visión por estar demasiado cerca de la pantalla o jugar
a oscuras o dolores musculares por la excesiva tensión en las manos.
9.
Si observas que su
conducta es agresiva o nerviosa mientras está jugando debes hacerle parar. Es preferible que no
juegue o que reanude el juego más tarde y más tranquilo.
10. Ten en cuenta los riesgos de jugar online con desconocidos. Jugar online tiene dos
posibilidades: una es competir por una clasificación con otros jugadores, otra
es establecer conversación con otros jugadores. En este caso, vuestros hijos/as
están hablando con desconocidos, por lo tanto hay que explicarle los riesgos a
los que se expone. Enséñales a bloquear a los jugadores que no conozca.
http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM013902.pdf
https://www.videojuegosenfamilia.com/decalogo-eleccion-videojuegos-familia/
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